viernes, 29 de abril de 2011

Caen las rosas sobre chicles carmesí


Caen las rosas sobre chicles carmesí, 2011 (obra de teatro)

Dirigida por Lucila Piffer, obra de Fernando Form


Vista la función del 28/04/11, Teatro El Extranjero





No sé si yo no soy público para este tipo de obras, lo que sí sé es que, a más simple el problema, más complicado y viciado el argumento. También creo que, a veces, para no pecar de comercial, el teatro se hace inasequible. Por eso debe ser el tamaño de la sala: porque se sabe que irán unos pocos que, creerán, ser una especie de público especial que comprende la obra y, por lo tanto, es superior al resto.

Más allá de fatal esta introducción, creo que a la obra le faltó presentarse como lo que pretendía que nos diéramos cuenta que era, es decir, que estábamos frente a un reality show que mostraba la vida de una pareja joven, pareja que comienza a tener problemas cuando el marido recibe una carta de su madrina (Eustaquia) quien, en su lecho de muerte, le deja su fortuna pero con una condición. Esa condición no nos será revelada sino hasta el final y, mientras tanto, el hombre vivirá agobiado por ese conocimiento que le impedirá el disfrute de un dinero exuberante.

Cada “acto” tuvo un principio y fin (menos el primero, por eso me confundí y me guié por otras aguas) gracias al conductor del programa de TV que estábamos “viendo” y por la canción que, bajo seudónimos, los protagonistas cantaban para amenizar la puesta (acertadísima elección de las canciones, debo decir). En los aspectos técnicos (que en su mayoría desconozco cómo solucionar), el sonido de la guitarra eléctrica por momentos tapó las voces de los protagonistas; creo que eso habría que ajustarlo.

Finalmente, muy buenos los actores, se les notó el sentimiento; la actriz Paula Zaurdo tuvo mejor desempeño musical sin micrófono y Federico Alí debe continuar siendo actor, mientras que el versátil Alejandro Roa nos dejó intrigados con su acento.

¡Salud!

lunes, 18 de abril de 2011

Más allá de la vida


Más allá de la vida, 2010


Dirigida por Clint Eastwood



Son tres historias que van más o menos separadas hasta que, eventualmente, convergen. En un extremo, está el personaje de Matt Damon, un psíquico que reniega de su poder; en el otro, una periodista francesa famosa quien sobrevive al tsunami del Pacífico (aunque técnicamente murió unos instantes); y en el medio está Marcus, un niño de unos 12 años, que busca conectarse con su hermano gemelo muerto en un accidente de tránsito. El director nos muestra a estos tres personajes buscando respuestas; lo que no saben es que encontrarse es el único modo de encontrarlas. Sin embargo, hasta que llega a ese punto, la película es lenta y densa, no sólo por el tema que trata, sino por el excesivo detallismo de algunas escenas; finalmente la trama se resuelve en menos de cinco minutos y de un modo demasiado “hollywoodense”.


Mi recomendación: no la vean.


jueves, 7 de abril de 2011

Sin retorno

Sin retorno, 2010

Dirigida por Miguel Cohan


Un ciclista es atropellado en medio de la noche y el autor huye de la escena del crimen; el joven, que agoniza en el hospital, fallece días después. El padre del muchacho va a los medios de comunicación a exigir justicia; es en ese momento cuando la fiscal encargada del caso decide tomar el toro por las astas. Mientras tanto, el autor, protegido por su familia, esconde la verdad y deja que la policía acuse a otro hombre que minutos antes había pasado por el lugar. El pobre inocente va a la cárcel y, cuando sale, buscará la manera de hacer justicia por mano propia.



Muy buena película argentina; recomendable.

lunes, 4 de abril de 2011

Nunca me abandones

Nunca me abandones, 2010

Dirigida por Mark Romanek


Es un drama con todas las letras. Cuenta la relación entre tres adolescentes que estudian y conviven en un internado en Inglaterra a fines de la década de 1970; en los primeros minutos relajamos la vista con las imágenes de la campiña inglesa y con los jóvenes y dejamos la pregunta que se nos plantea al inicio de la película en algún lugar de nuestra mente (hay una introducción donde se indica que los seres humanos tienen una expectativa de vida de 100 años, ¿qué tendrá que ver eso con los chicos?) Eso que dejamos para después es lo que nos abofetea la cara luego de tenernos a todos apelmazados en nuestro sillón, es ahí donde la película deja de ser un simple drama para introducir la ciencia-ficción, pero de una manera tan sutil que uno se pregunta si todo lo que ve no es real; es esa ciencia ficción que no hace uso de los autos voladores ni de los robots para enmarcar una herramienta éticamente impensable para la cura de las enfermedades.


¿Les despertó curiosidad? Bueno, puede ser, pero historia es tan dura que les sugiero vivan con la duda, o mejor olvídense de este tema y elijan algo de Harry Potter.

Perros de la calle


Perros de la calle, 1992


Dirigida por Quentin Tarantino


Vi esta película hace añares y no me acordaba prácticamente de nada, salvo de quién era el soplón del grupo. Para quien gusta del cine de Tarantino, es un verdadero disfrute; tiene todos los ingredientes que luego serían su estilo, su manera de hacer films, su sello inconfundible: la música, los diálogos (imperdible el análisis de Steve Buscemi sobre el pago de propinas), los escenarios, la infaltable sangre.


Trata sobre un grupo de ladrones que planea un robo millonario a una tienda de diamantes y sale mal: toda la policía parecía estar al tanto del hecho y son sorprendidos in fraganti. Los que escapan se reúnen en el punto de encuentro y tratan de dilucidar quién es el que informó a los uniformados.


Muy recomendable.