Papá por accidente (The Switch), 2010
Dirigida por Josh Gordon y Will Speck
Típica comedia yanqui, que quiso no ser típica al tener a un actor como Jason Bateman hacienda de un hombre neurótico y hipocondríaco que, una noche, completamente borracho y sin querer, arroja a la pileta del baño una muestra de semen que su mejor amiga (Jennifer Aniston) tenía reservada para hacerse una inseminación artificial (¿qué hacía esa muestra en el baño? ¿No necesita estar en la heladera, al menos?). Para solucionarlo no se le ocurre mejor idea que reemplazarla con la representación de su mejor yo (esto va para los varones). Agrego a esta ensalada que el donante estaba presente en otra habitación (una nueva ola de “quiero conocer a quien me ayudará en esta tarea”).
La amiga queda embarazada y se va a vivir a su pueblo natal para criar al hijo en un ambiente natural. Años después regresa y, al ver al niño, lo que es patente para los espectadores (no puede ser más hijo de él) es invisible para ambos protagonistas. Tanto es así que la amiga comienza una relación con quien supone es su donante (el actor Patrick Wilson, un bombón en un papel insoportable).
La película es pasable pero no deja nada nuevo, qué se le va a hacer.
