domingo, 26 de junio de 2011

8 minutos antes de morir

8 minutos antes de morir, 2011
Dirigida por Duncan Jones

El personaje interpretado por Jake Gyllenhaal se despierta en un tren, en el cuerpo de un hombre que no conoce y, mientras trata de entender cómo llegó allí, el tren explota y él, en lugar de morir, vuelve a despertar pero esta vez en una especie de cápsula donde, a través de un monitor, una mujer del gobierno le hace preguntas sobre su experiencia. A lo largo de la historia deberá regresar una y otra vez a vivir esos 8 minutos antes de la explosión para ubicar al autor de la bomba, de modo de evitar otro posible atentado en el centro de Chicago. ¿Cómo es que puede hacerlo? El "Código Fuente" (Source Code, el nombre original de la película en inglés) es un programa del gobierno que posibilita estos "viajes".

Promisorias fueron las 3/4 partes de la película; en el final gira hacia lo trillado, quizás pensando en el público que no soportaría un final dramático para un film, ya de por sí, intensamente tenso. Es un muy buen thriller, con elementos fantásticos, que normalmente no iría a ver al cine; sin embargo, logra su objetivo de atrapar al espectador y darle la información necesaria para ir entendiendo lo que sucede y tratar de ponerse en los zapatos del protagonista.

miércoles, 15 de junio de 2011

Anónima


Anónima (una mujer en Berlín), 2008


Dirigida por Max Färberböck


Siempre he visto películas donde se muestra a los pueblos oprimidos por los nazis: judíos, polacos, rusos y otros vejados, maltratados, asesinados, historias de alemanes que ven lo que sucede a su alrededor y ayudan a aquellos que son perseguidos, etc. En este caso, el planteo es diferente: el ejército ruso toma Berlín y el pueblo, formado mayoritariamente por mujeres de todas las edades, niños y ancianos, debe sobrevivir y entender qué es lo que provoca que estos rusos, ahora victoriosos, les tengan tanto odio. La imagen que tenía era de las películas donde los victoriosos ayudaban al pueblo que había estado sufriendo los horrores de la guerra: en este caso, las mujeres deben evitar ser violadas, vejadas y sometidas, y a su vez, deben conseguir alimentos para sus hijos y sí mismas.


Esta película es contada desde el punto de vista de una de esas mujeres, quien prefiere permanecer anónima. Esta mujer, de profesión periodista, indignada por lo que está ocurriendo, trata de que los comandantes del ejército ruso se enteren de lo que sucede: “Dos minutos pasan rápido”, le contesta uno. Son dos minutos donde la dignidad, la voluntad, el respeto y el amor propio desaparecen: no hay escapatoria. En realidad sí hay: aceptar este nuevo régimen y seguir viviendo. Este grupo de mujeres, entre las que está “Anónima”, se resigna ante los hechos pero no pierde la esperanza de que algún día todo termine: mientras tanto, recibirán a los soldados (a quienes se darán el lujo de elegir), los atenderán y, en compensación, conseguirán alimentos y algunos minutos de paz.


En esta película no hay planteo moral que valga, sí reflexiones. Recomendable.