miércoles, 7 de septiembre de 2011

Oranges and Sunshine, 2010


Oranges and sunshine, 2010


Dirigida por Jim Loach




Si pensamos que hay cosas que sólo pueden pasar en Argentina, estamos equivocados. Hay otras, inimaginables, que pasan en Gran Bretaña: entre 1950 y mediados de 1970 este imperio envió más de 130.000 niños de entre 4 y 14 años de edad a sus colonias, especialmente a Australia; niños que estaban a su cargo a través del sistema social, niños que podían volver con sus padres y/o ser adoptados en su país. Les decían que sus padres habían muerto y les prometían naranjas para desayunar y días soleados; no fue lo que ocurrió: en la mayoría de los casos sufrieron abusos de sus cuidadores y eran obligados a trabajar a destajo en condiciones insalubres. Algunos niños, internos en un colegio religioso, tuvieron que construir con piedras, bajo el rayo del sol, las estaciones del Vía Crucis; qué ironía, ¿verdad?


Esta película cuenta la historia de Margaret Humphreys (interpretada con sensibilidad extrema por Emily Watson), una trabajadora social quien, en la década de 1980, descubre una conexión entre dos casos y termina dándose cuenta de que son miles: adultos nacidos en Gran Bretaña viviendo en Australia que han crecido sin saber nada de sus padres, creyéndolos muertos, pensando que habían sido abandonados. En su búsqueda de la verdad logra encuentros emotivos entre los familiares, pero también tanto dolor repercute en su salud; sin embargo, continuará en la misión aunque su voz intente ser silenciada por los grupos de poder.


Muy buena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario