La Traición (Haywire), 2011
Dirigida por Steven Soderbergh
Mallory Kane es una mujer joven, empleada por empresas privadas que hacen trabajos para los gobiernos en forma extraoficial, trabajos que, seguramente, los gobiernos jamás podrían autorizar pero aprueban. Esto lo sabremos recién después de un rato porque la primera escena la muestra en un "dinner", en algún lugar de Estados Unidos, donde se encuentra con un ex compañero de operaciones: luego de darle tremenda paliza (él la provocó, que conste) sale huyendo en un coche con un rehén. A este rehén le contará su historia (aunque él no lo solicite) y nosotros iremos atando cabos durante los poco más de 90 minutos de película.
Todo comienza en Barcelona cuando Mallory es enviada a rescatar a un periodista; luego del éxito de la operación regresa a EE.UU. pero es embarcada nuevamente a Dublín, donde deberá encontrarse con otro agente. Algo ahí no anda bien y, por algo que no develaremos, se da cuenta que le han tendido una trampa y que quieren endilgarle un crimen que no ha cometido. A partir de ahí comenzará una cruzada para deshacerse de aquellos que la han traicionado: a las piñas, a las carreras y a las peleas, nada más que con su cuerpo, intentará vengarse y recuperar su buen nombre.
Es una película rara pero atrapante, hay muchas escenas de lucha en las que Gina Carano se luce con gracia, realmente me gustó ver una mujer linda capaz de hacer peleas reales (ella es experta en artes marciales); no es una gran actriz pero el film gira a su alrededor y está acompañada por un gran elenco, lo que asegura un buen rato de diversión. Es probable que les cueste (o no) seguirla al principio pero, si persisten, disfrutarán la experiencia.
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