Sin límite

Sin límite, 2011
Dirigida por Neil Burger

¿Qué esperar de un director cuyo apellido significa, en español, "hamburguesa"? Mucho no, pero creo que fue la mejor decisión (no esperar mucho, digo) ya que, al mirar la película sin ninguna expectativa, pude disfrutarla más.

Trata sobre un hombre de unos 35 años, a quien le han encargado escribir una novela pero tiene un "bloqueo inspiracional", digamos. Abandonado personal y sentimentalmente, se encuentra "por casualidad" con su ex cuñado quien le da a probar una droga experimental que le permite utilizar el 100% de su cerebro. Esa primera toma le facilita escribir en sólo un día lo que no había logrado en meses pero decide, en lugar de candidatearse al Nobel de Literatura, utilizar todo su poderío mental en ganar dinero y comenzar a trabajar en el mercado de valores. Su cerebro privilegiado pronto lo dispara hacia lo más alto y lo conecta con gente muy poderosa... Hasta ahí todo muy lindo; sin embargo, pronto descubrirá que poseer esas pastillas tiene un costo muy alto... ¿Lo pagará o no? Mmm... Hay que ver la peli para saber.

Está buena: es visualmente atractiva, moderna, a veces algo densa, pareciera que el film está por terminar y el director se arrepiente y sigue; no obstante es recomendable para pasar un rato y de paso preguntarse qué tan bueno sería tener un cerebro al 100%.